No + AFP: La urgencia de participar en el Pebiscito Nacional

Rodrigo Echecopar, Presidente de Revolución Democrática

Soledad Álamos, candidata a diputada RD distrito 11

El Gobierno recientemente envió un proyecto de Ley que busca crear un Sistema de Ahorro Colectivo para mejorar las pensiones. Este acto por parte del ejecutivo muestra que se ha instalado una discusión sobre las AFP y el sistema de pensiones, que probablemente supere este Gobierno. Esta agenda es de vital importancia, especialmente, considerando que en los próximos 10 años habrá 1,4 millones más de adultos mayores;  esto nos  desafía a  para todos – como país y sociedad- a  ver la manera de que nuestros adultos mayores tengan un buen vivir.
Sin embargo, el escenario actual es poco prometedor. El sistema de pensiones se encuentra en una crisis profunda y esta situación tiene dos dimensiones: una material y otra política
La dimensión material del problema de las pensiones se puede explicar por múltiples elementos, pero el resultado es único. Actualmente, Chile entrega pensiones para una parte importante de la población que no alcanzan a cubrir el salario mínimo. Así lo muestra el informe de la Comisión Asesora Presidencial:  las pensiones autofinanciadas superiores al salario mínimo solo son recibidas por el 20% de la población de pensionados del sistema entre los años 2007 a 2014. Además, la misma Comisión muestra que la tasa de reemplazo autofinanciada proyectada para los pensionados de 2025-2035 será de 24% y 8% para hombres y mujeres respectivamente; esto quiere decir que si un trabajador o trabajadora ganaba 500 mil pesos antes de jubilarse, al pensionarse obtendrá 120 mil si es hombres y 40 mil pesos si es mujer.
El carácter contributivo de nuestro sistema de pensiones con prácticamente nula solidaridad es la razón de estos resultados; ya que se nos obliga  a asumir los riesgos  financieros individualmente.

Las bajas pensiones de las mujeres son el claro ejemplo de esta situación. El sistema no reconoce su aporte a  la sociedad en el cuidado de otros  y además calcula discriminatoriamente las pensiones de hombres y mujeres aplicando  tablas de esperanza de vida diferenciadas por sexo. Esta situación sería más grave sin el Pilar Solidario que permite amortiguar las bajas pensiones autofinanciadas que entregan las AFP.
 
El problema político, por otro lado, es la absoluta falta de legitimidad del sistema de pensiones administrado por las AFP.  Esto lo reflejan múltiples encuestas de opinión (Clapes UC, Comisión Asesora Presidencial, entre otras). Distintos elementos explican esta mala imagen;  que ellos siempre obtienen utilidades sin importar que sucede con la rentabilidad del ahorro de todos los trabajadores, el nulo control y supervisión que tienen los trabajadores sobre sus ahorros y el monto de las pensiones que entrega el sistema, esto es especialmente significativo cuando las AFP administran 200 mil millones de dólares, que equivalen aproximadamente el 70% del PIB. Este hecho se ve amplificado porque las AFP fueron establecidas durante la dictadura cívico militar sin que hubiera ningún tipo de deliberación, dado que el Congreso se encontraba cerrado y muchos chilenos y chilenas eran perseguidos por el aparato de represión de la dictadura.
Desde Revolución Democrática creemos que cualquier sistema de pensiones debe estructurarse a través de un seguro social, donde ningún ciudadano tenga que asumir sólo los riesgos que se dan durante el ciclo de vida. Que todas las personas tengan el derecho de tener un ingreso suficiente para mantener su calidad de vida y que finalmente  la provisión de la seguridad social sea sin lucro.
Buscamos un  sistema de pensiones guiado por los Principios de la Seguridad Social, tal como los Derechos Humanos actúan como mínimos civilizatorios que toda sociedad desarrollada debe ofrecer a sus miembros. Cuatro de estos principios se encuentran especialmente atrasados en Chile: Solidaridad, Equidad de género, Participación Social en la administración y Diálogo social. El sistema chileno en su parte contributiva no cuenta con solidaridad, ya que discrimina a las mujeres, no hay participación social de los usuarios en la administración del sistema de manera efectiva y no cuenta con un diálogo social amplio dada su implementación durante la dictadura.
Creemos necesario superar el actual sistema de pensiones y por eso desde el Frente Amplio impulsaremos el fin de las AFP. Este 29 y 30 de septiembre el movimiento ciudadano NO+AFP ha llamado a un plebiscito para preguntarle a la ciudadanía si quiere un sistema de pensiones basado en la capitalización individual o un sistema de seguridad social, público y sin fines de lucro. Por los adultos mayores, por nosotros mismos, y por los ciudadanos que vendrán, los instamos a participar y votar NO+AFP.
 
 

 

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