Ante Paro de Atacama: declaración del frente de trabajadores

La contingencia nos pone de frente la lucha de los empleados públicos de la Región de Atacama. Este tiene a dicha región con un Paro regional de empleados públicos y municipales, con un 85% de adhesión. Ellos llevan 35 días en paro, además de una huelga de hambre que, por buena voluntad de los huelguistas, se depuso para abrir el diálogo. Todo esto es debido al incumplimiento del protocolo firmado el año 2014 entre el Gobierno y los funcionarios de la Mesa del Sector Público de la Región. En dicho protocolo se establecía un pago mensual de un bono para los trabajadores fiscales. Este se pagó todo el 2015 y pese a que en diciembre se informó que en 2016 el pago se mantendría, en enero el gobierno declaró que ya no se pagaría más aduciendo que Atacama ya no era de las regiones más caras. Desde el Frente de Trabajadoras y Trabajadores de Revolución Democrática manifestamos nuestra solidaridad y apoyo a quienes están dando esta lucha urgente y justa. Atacama expresa las contradicciones de un país que no es capaz de hacerse cargo de las reales necesidades de sus habitantes en regiones.

Ante esta situación nos asaltan una serie de preguntas: ¿Por qué los derechos de los trabajadores son negados hasta llegar a estos niveles de conflicto? ¿Es necesario poner la propia vida en riesgo para avanzar en el cumplimiento de lo prometido? ¿Qué necesitan trabajadoras y trabajadores de Atacama? ¿Necesitan más promesas, más represión y más silencio? ¿O necesitan un Estado que honre sus compromisos con soluciones claras a lo demandado?

Creemos que la respuesta a todas esas preguntas debiera venir de las autoridades estatales. Atacama ya ha dado mucho de sí, se ha movilizado y puesto de pie por sus derechos. Es el Estado quien ahora debe responder a las demandas. Y lo debe hacer cumpliendo protocolos, sin dilaciones ni arreglos a medias.

El conflicto de Atacama es mucho más que un forcejeo por un bono. Es la expresión de cómo el Estado chileno está en deuda con las regiones y sus habitantes. El conflicto está en su fase más aguda y la comunidad atacameña ha soportado estoicamente 31 días de movilización, pero esta situación viene de mucho más atrás. Seguramente, a lo largo de Chile son muchas las personas que están atentas a la respuesta que entregue el Estado, pensando en sus propias y justas aspiraciones.

Solidarizamos y estamos expectantes para que la solución a este conflicto no sean sólo medidas parche que no ataquen el fondo. Se necesitan respuestas y compromisos reales.

Insistimos: Atacama no sólo lucha por un bono; lucha por su dignidad. Y en esa pelea, nosotros, trabajadoras y trabajadores de Revolución Democrática, también somos Atacama.

Frente de Trabajadoras y Trabajadores de Revolución Democrática

5 de abril de 2016

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