Ya llevamos varios días desconfinad⭑s, ¿quiénes? Probablemente l⭑s más privilegiad⭑s. ¿En qué condiciones? En las mejores para volver a la vida laboral y reactivar la economía olvidando que la vida sí sigue los fines de semanas y es ahí cuando compartimos con los nuestros en parques o lugares al ahí libre.
¿El plan Paso a paso es un plan de desconfinamiento dentro de medidas sanitarias, o es un plan puramente político que responde a un contexto más legislativo? Tengo mis dudas.
Mis dudas parten porque si bien es cierto necesitamos un plan de desconfinamiento, un plan validado por el Consejo Asesor, gremios, expertos que aseguren tener todo previsto y preparado para una segunda ola de contagios y posible peak. Un plan que cuide a nuestra población en lo más estricto de concepto de salud (OMS): bienestar físico, mental y social. Acá el primer problema: el Consejo Asesor mismo crítica el plan y su pronta implementación, el Colegio médico hasta el cansancio pide plan de trazabilidad funcionando, expert⭑s de todas las áreas no entienden volver a cuarentenas dinámicas cuando la experiencia previa fue catastrófica.
¿A quiénes escucha el ministro? Pareciera que a los economistas, legisladores y empresarios muy preocupados por sus bajas ganancias y de que hoy podamos al fin contar con el 10% de nuestro ahorro en AFP.
Tod⭑s queremos que esto acabe, tod⭑s queremos abrazar a los nuestros, tod⭑s nos estamos volviendo un poco locos encerrad⭑s. Nuestra salud mental es crítica. ¿Fue esto considerado en el plan? De nuevo dudas. Si esto es parte de la estrategia, ¿por qué solo salimos de lunes a viernes y en cierto horario? ¿Por qué no es parte del diseño reactivar las actividades artísticas y recreativas? Pensando en cumplir todas las medidas sanitarias, no entiendo que no podamos estar en parques escuchando música un sábado por la tarde ahorrándonos horas de terapia.
Tercer componente de la salud: social. Vivir en comunidad, en sociedad, en urbanidad. No entiendo cuarentenas dinámicas desde el punto de vista técnico epidemiólogico pero tampoco en este contexto. No entiendo en una ciudad como Santiago no pensar en traslados, flujos de movimiento e interacción entre zonas geográficas colindantes.
No me es extraño que la zona más rica de nuestra región tenga mejores índices de contagio, cuando tienen todos los determinantes bio psico sociales de la salud mejor cubiertos. Pero, ¿por qué aún no abrimos los ojos y nos damos cuenta que no basta con aumentar el número de camas, que necesitamos dar garantías mínimas sociales para que nuestra gente no se enferme? Los sectores más vulnerados de nuestro país hoy no se enferman porque se “portaron mal”, hoy se exponen porque tienen hambre y frío, porque estar encerrados no es sólo no ir a trabajar -los que aún tienen trabajo-, sino exponerse a la carencia, a un sistema social que no los ve y donde han necesitado organizarse en pro de ollas comunes o lugares de acogidas. No veo nada de eso en el plan. Veo sectorización y clasismo, inevitable para mí leerlo de otra manera.
Agradezco de las autoridades la disposición a echar pie atrás si es necesario (no sé en que condiciones, no lo dice el documento), pero me angustia saber que echar pie atrás en las comunas de sector oriente de Santiago, sea sólo prolongar la cuarentena en comunas menos privilegiadas, de donde parten cada mañana los trabajadores que le dan aire a las empresas de los más ricos de nuestro país, probablemente cómodos hoy tomando un café en alguna terraza pituca, ya invitaba Daza a eso unas semanas atrás.
En los hospitales estamos un poco mejor, es cierto, pero tenemos miedo, estamos cansados y sabemos lo fuerte que nos puede pegar una segunda ola, tenemos un sistema salud fortalecido en el día a día por la pandemia, pero basalmente precario. No nos podemos confiar.
No me queda otra compañeros que terminar esta columna pidiéndoles que se cuiden, que no bajen los brazos, que acompañen pero con todo cuidado a los suyos, que si volvemos a las calles lo hagamos teniendo un auto cuidado primero con nosotr⭑s y luego con el resto, no nos expongamos, el virus llegó para quedarse por mucho rato. Solo cambiando nuestra manera de vivir la militancia saldremos fortalecidos de estos meses difíciles dándole cara a nuestro añorado Proceso Constituyente.