*Columna* | #ParoDocente, la movilización necesaria

“No estamos pidiendo que nos reajusten los salarios, sino que nos mejoren las condiciones de trabajo para nuestros estudiantes”.

Así fue explicada a la ciudadanía, por parte del presidente del Colegio de Profesores, la razón de la movilización de miles de profesores y actores educativos. El norte es claro: como país aún no podemos garantizar condiciones básicas de funcionamiento que respondan a las altas expectativas que la ciudadanía tiene respecto a los aprendizajes de los niñas y niños que asisten a los más de 11 mil establecimientos con financiamiento público.

La cita de Mario Aguilar es contundente: los docentes aún carecen de condiciones laborales y profesionales adecuadas. Esto se ve, por cierto, en las bajas perspectivas de desarrollo profesional, en la falta de confianza en su labor educativa, en las controversias frente a las múltiples evaluaciones, en la persistencia de una deuda histórica originada en la dictadura, con todo el simbolismo y dramatismo que ello tiene, que luego de infructuosas conversaciones aún no se resuelve; finalmente, en las condiciones actuales de jubilación de los docentes, entre las más bajas del promedio de chilenos.

Para RD es prioritario y urgente relevar la profesión docente en la sociedad chilena; para ello es necesario establecer con los docentes una relación basada en la confianza y la profesionalización, resignificando el rol docente en el diseño e implementación de las políticas educativas. De esta forma podremos asumir el desarrollo de una nueva educación, en la medida que se construye un cuerpo profesional docente enfocado a su trabajo pedagógico, un cuerpo de profesionales de la educación bien dispuestos y en condiciones de apoyar la labor educativa, y un compromiso real del Estado con los proyectos educativos locales y sus comunidades.

Finalmente, creemos fundamental que el gobierno comprenda el valor central de las y los profesionales de la educación en la definición de las políticas sectoriales. Hoy existen diversos modelos de participación vinculantes que bien podrían incorporarse con el fin de lograr mayor adhesión a los proyectos educativos.

Esto hace de la actual movilización docente algo necesario y pertinente para seguir en la lucha educativa, en la cual RD está profundamente comprometido. Los y las docentes son, junto con los estudiantes, los principales protagonistas del proceso educativo y merecen ser reconocidos como tales en la construcción del proyecto nacional de educación.

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