*Columna* | ¿Por qué una querella por delitos de lesa humanidad?

Esta semana presentamos en conjunto con el Frente Amplio una querella por delitos de lesa humanidad en contra del Presidente Sebastián Piñera, el Ministro del Interior Gonzalo Blumel, su antecesor en el cargo Andrés Chadwick, el intendente metropolitano Felipe Guevara y el Director general de Carabineros Mario Rozas. Este jueves la querella fue declarada admisible y se acogió su tramitación. Las normas que se consideraron como fundamento para su presentación son la ley 20.357 que tipifica crímenes de lesa humanidad, entre otros, y el Estatuto de Roma que constituye la Jurisdicción Penal Internacional para tales efectos. 

¿Por qué pedimos que se investiguen los hechos ocurridos a partir del 18 de octubre como delitos de lesa humanidad? 

Según el Estatuto de Roma un “crimen de lesa humanidad” se refiere a actos como por ejemplo: asesinatos, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales de derecho internacional, tortura, violación, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física. Todos estos actos cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque de conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer ese ataque o para promover esa política. 

La querella recoge hechos ocurridos, especialmente, en el contexto del Estado de Excepción Constitucional e incluye casos que aluden precisamente a varios de los actos que establece el Estatuto de Roma. ¿Ha habido una política de Estado o una organización para cometer estos atropellos? Las denuncias por violaciones a los derechos humanos apuntan a la institución de Carabineros en su gran mayoría como perpetradores de daños oculares, ataques con gases tóxicos en poblaciones y manifestaciones, persecución a dirigentes estudiantiles y sociales, tortura y violaciones en comisarías y recintos de detención, incluidos retenes móviles. ¿Las más de 300 víctimas con traumas oculares severos podrían no responder a un patrón sistemático? La cifra supera incluso países que han estado en guerra o en situaciones de conflicto por años. Es sin duda el mejor ejemplo hoy de una práctica sistemática de violación a los derechos humanos. 

El Ministro de Justicia se refirió a la querella como una fantasía. Lo cierto es que los hechos que hemos solicitado sean investigados y por los cuales se busquen responsabilidades penales, existen y tienen numerosas víctimas. No son una fantasía y el ministro debiera saberlo. Hay 4 informes internacionales de importantes organismos internacionales que, han tenido posiciones divergentes frente a otras coyunturas nacionales pero que hoy frente al actual contexto de protesta social, han sido coincidentes en sus opiniones. Se trata de Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos quienes han coincidido que los hechos ocurridos en Chile los últimos meses no son aislados y esporádicos, son de suma gravedad y donde hay responsabilidades comprometidas de agentes del Estado. 

Esta querella se suma a una larga lista de acciones que han iniciado también otras organizaciones tanto en Chile como en tribunales internacionales, buscamos denunciar y pedir que se investiguen las graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos, lograr justicia y reparación para las víctimas porque esta vez no habrá impunidad. 

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