Por Ricardo Díaz, Consejero Regional RD; Movimiento ciudadano #EstePolvoTeMata
Toda lucha medioambiental es semejante a una maratón, no una carrera de 100 metros planos. Los ciudadanos sólo podemos recurrir a nuestro ingenio y voluntad para poder posicionar un tema, como también, para presentar cuanto recurso de protección o acciones judiciales con el fin de conseguir alguna victoria pírrica. Por su parte, las empresas poseen equipos de abogados, más de una o un periodista para manejar redes o medios de comunicación y más de alguna o algún investigador que no teme arriesgar su objetividad con el fin lavar una imagen empresarial.
Es difícil mantener una lucha ambiental, porque los mismos que apoyan, quisieran ver después éxitos inmediatos. Sin embargo, no manejan los vericuetos de nuestra alicaída normativa ambiental que está pensada desde la lógica extractivas y no socio-ambiental. Por ello, hemos planteado, desde un comienzo, que esta lucha es de largo aliento, siendo necesario además, trabajar en todos los frentes de acción con el fin de lograr cambiar las lógicas de una región entendida como un campamento.
El que persevera gana y, luego de 4 años de continuas denuncias, la SMA (Superintendencia de Medio Ambiente) ha iniciado un nuevo proceso en contra de Antofagasta Terminal Internacional, estableciendo los siguientes cargos:
En primer lugar, ATI, del empresario y antofagastino, Andrónico Luksic, (el mismo al que le dicen “tío” y el que lava su imagen regalando asados por Twitter), incumplió la exigencia de limpieza de calles y veredas en el sector aledaño al puerto. La SMA le había exigido limpiar las calles contaminadas con metales pesados. Sin embargo, ATI no sólo demoró cerca dos años en cumplir la orden, sino que su limpieza fue ineficaz, lo que fue constatado al tomar nuevas muestras, en las que se advierte un nulo cambio en la cantidad de polimetales presentes en las calles, manteniendo en riesgo la salud de los vecinos. Lo anterior, se ha manifestado como una falta grave.
En segundo lugar, se encuentra en las instalaciones del puerto, la presencia de concentrado de cobre fuera del galpón que, supuestamente, es hermético. Por lo tanto, podemos constatar de la resolución que dicha operación no da garantías de hermeticidad y, por lo mismo, no es seguro continuar acopiando metales pesados en el centro de la ciudad.
En tercer lugar, ATI no cumple con los embarques por los sitios designados y autorizados para ello. Lo cual demuestra que esta empresa no está dispuesta a cumplir con la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) como se le indica.
Prueba de ello, es que en el cuarto hecho que se descubre cómo falta, ATI no respeta el tonelaje autorizado para acopiar y embarcar metales pesados, procediendo a hacerlo en un porcentaje de polimetales que supera al autorizado.
Esperamos que esta vez el Sr. Luksic, a través de su empresa ATI, entienda que no puede seguir exponiendo a los vecinos de Antofagasta a su operación contaminante y que, de una buena vez, se defina que no pueden haber acopios de metales en nuestra ciudad ni en cualquier lugar donde vivan nuestros vecinos y vecinas de la región.
Creemos que un tercer proceso sancionatorio es más que suficiente para acreditar aquello.
Publicada en El Desconcierto
Columna: Señor Luksic, nuestra lucha sigue