*Columna * | Un paso al frente: El desafío de ser mayoría

Las elecciones municipales que se avecinan tienen una importancia estratégica, y esto fundamentalmente por dos razones; de sus resultados dependerá la consolidación o no de las fuerzas de cambio, del Frente Amplio y nuestro Partido como espacio político con posibilidades reales de gobernar Chile, y también porque la construcción de un proyecto de transformaciones que encarne una izquierda nueva va a nutrirse, necesariamente, de la práctica y discurso que se articule desde las comunas, con ejercicios de gobierno concretos que permitan ir reconstruyendo los pilares de una izquierda transformadora. 

El desafío municipal hay que asumirlo así con seriedad, responsabilidad y trabajo arduo. Por lo demás, porque es un ejercicio electoral del cual como Frente Amplio no tenemos mucha experiencia. Ya demostramos que sabemos y podemos tener triunfos importantes en elecciones proporcionales. Pero ¿cómo logramos pasar de ser 1/5 de las preferencias electorales -que nos permite llegar al parlamento pero no a los municipios- y pasamos a representar por lo menos más del tercio de la población de nuestros territorios? Conquistar el sentido común de una diversidad etaria, social, económica y de intereses a nivel comunal para construir mayorías es algo que deberemos aprender, y en donde no podemos fallar. 

Por eso, el hecho que militantes de Revolución Democrática demos un paso al frente para asumir este desafío, debe entenderse como un acto de alta importancia, sin perder de vista que trae consigo profundas implicancias individuales y colectivas.

Individuales porque sí: ser candidatas y candidatos no es nada de sencillo, menos en escenarios municipales donde buscamos ganar: problemas económicos, costos familiares y laborales, cansancio y múltiples tensiones son parte ineludible de este desafío. Y es más, hay que partir antes, mucho antes, porque estas elecciones no se ganarán en cuatro o seis meses. Estamos a contra tiempo, a un año ya estamos atrasados, y tenemos que lograr que las campañas sean sostenibles a lo largo de todo este período.  

Pero cada paso al frente debe ser también entendido como un acto colectivo. Las y los candidatos no pueden hacer un tránsito solitario, la construcción de equipos, de apoyos políticos, sociales y emocionales es fundamental. Si no existe aquello, partiremos siendo muchas y muchos, y terminarán pocos. 

Detrás de cada militante que da un paso al frente, debe estar todo el partido.

Porque el desafío de ser mayoría, de conquistar nuestros municipios, de ampliar la presencia territorial a lo largo y ancho de nuestro país, no es -sobre todo en este período de la historia nacional- un mero trabajo de acumulación de fuerza electoral; es ni más ni menos la tarea central para ser mayoría, para ser gobierno, y por tanto, para que las fuerzas transformadoras podamos hacer lo que hemos venido a hacer: Cambiar Chile

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