*Columna*|1 de mayo: Con democracia y organización avanza la revolución

Ciento treinta años después que los obreros de Chicago fueran masacrados por exigir la rebaja de su jornada laboral y sus derechos, nos encontramos frente a una creciente precarización del trabajo impulsada por el gobierno de Piñera, anunciada justo el día siguiente a la conmemoración del Día de los Trabajadores y Trabajadoras. Con uso y abuso de un lenguaje que toca las sensibilidades de las y los trabajadores, pretende “vender” su proyecto de “modernización laboral”.

La agenda del gobierno neoliberal tiene claridad respecto al carácter estratégico del mundo del trabajo en las relaciones económicas y sociales del país, por ello no trepida en usar un maquillaje de modernización, para fragilizar las condiciones laborales y en lo posible enajenar la conciencia de las y los chilenos, tras el consumo y la competencia.

Quienes somos parte del proyecto de Revolución Democrática buscamos mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía, y no podemos dejar de realizar una lectura aguda del proyecto de “modernización” presentado por Piñera, poniendo especial atención a si efectivamente busca superar las necesidades de la mayoría del país -las y los trabajadores-, asegurando de verdad sus derechos laborales, o deja abierta la puerta para que se vean obligados a trabajar “flexiblemente” según lo requiera el empleador.

Algunos puntos a revisar:

  • Jornadas de trabajos adaptables. ¿Por qué el gobierno identifica como sujetos de esa “flexibilidad” a deportistas, jóvenes y adultos mayores? ¿Por qué esas personas requieren trabajar una vez jubiladas, mientras se dedican a un deporte de forma profesional o estudian?
  • Jornada mensual de 180 horas pactable en no menos de 4 días y no más de 6 días, según necesidades particulares de trabajadores y empleadores. ¿Quién tiene el sartén por el mango para pactar? Conveniente manera de dejar sin pago las horas extraordinarias, nocturnas o de fin de semana.

Hay más aspectos a profundizar y desde el Frente de Trabajadores de Revolución Democrática (FTTRD) les invitamos a hacerlo. El panorama político demanda que quienes somos parte de Revolución Democrática, seamos capaces de identificar nuestra condición de trabajador actual o futura, ya sea con contrato o sin ello, por cuenta propia, emprendedores, profesionales, trabajadores de cuello y corbata, todas y todos quienes vivimos de un salario, que sin duda seremos igualmente tocados por el retroceso de derechos laborales y sociales.

Necesitamos armar tejido social y colaborar en la organización de un sindicalismo transformador. 

Las y los trabajadores más que nunca necesitamos fortalecer nuestras organizaciones para hacer frente a la ola regresiva impulsada por el neoliberalismo. Debemos ser capaces de identificar cada espacio de fortalecimiento que permita contar con derechos laborales, seguridad social y jornadas de trabajo que aseguren de verdad una calidad de vida digna para cada trabajador y trabajadora.  

Desde el FTTRD llamamos a sumarse a la construcción de un sindicalismo transformador que recoja las formas de trabajo actuales, donde se sumen todos/as los/as trabajadores en esta cruzada y con un horizonte en que la dignidad y calidad de vida de chilenas y chilenos es alcanzable.

Otras noticias