Antonia se fue a los 20 años. Se fue por ser mujer. Porque un hombre creyó que podía hacer lo que quisiera con su cuerpo, porque otros hombres y mujeres que debían haberla contenido y acogido la cuestionaron y volvieron a agredir, porque en Chile no hay justicia y la que hay es machista y misoginia. Entiendan: sin consentimiento, es violación siempre y nunca es nuestra culpa (ni donde estemos ni como vistamos).
Pedimos justicia para Antonia y para todas las mujeres que han sido víctimas de violencia machista. No queremos más muertas ni agredidas a manos del patriarcado. Invitamos a los hombres a reflexionar y ponerse en el lugar de sus madres, hermanas, hijas, amigas. Porque hoy todas somos Antonia.
