Declaración pública ante el nuevo plan de evaluación del Sistema Escolar 2021 – 2026

Hoy se ha conocido, en una publicación de un diario afín al gobierno, que el MINEDUC, en acuerdo con parte del Consejo Nacional de Educación, ha decidido retomar este año la aplicación del SIMCE presencial en 2° y 4° básico, junto al aumento de mediciones con consecuencias en 6° y 8° básico entre 2022-2026, lo que evidencia su insistencia en una lógica de políticas de presión a los actores educativos.

Al parecer, cuando no se tienen nuevas ideas ante las necesidades del país, se recurre a lo que se conoce, aunque estas ideas hayan fracasado una y otra vez, como han acusado acertadamente las movilizaciones de las comunidades educativas desde hace más de una década. Con este Plan de mediciones estandarizadas, el MINEDUC, con la anuencia del Consejo Nacional de Educación, organismo que debiese velar porque las decisiones sean estrictamente técnicas y en beneficio de las prácticas educativas, vuelve a presionar al país con una agenda de evaluaciones impertinente, injustificada y, en el contexto de pandemia que vive el país, directamente irresponsable.

No hay ninguna evidencia que avale la decisión de aumentar las evaluaciones estandarizadas, menos en el contexto actual, que sólo presionan y estresan al sistema. Esto fue reconocido por el propio Consejo Nacional de Educación, el que rechazó una versión anterior de esta misma propuesta.

Este plan es un triunfo de la agenda política e ideológica del gobierno por sobre los intereses de la comunidad educativa nacional, una política que subestima las capacidades y saberes que las comunidades han adquirido sobre las consecuencias y efectos nefastos del mercado educativo dominante los últimos 30 años.

Hacemos un llamado urgente a los actores educativos, al Colegio de Profesores, a los directores de establecimientos, a los investigadores de la educación, a los Centros de Padres y Apoderados, a quienes están que preocupados por el presente y futuro educativo de sus hijos, a que no se dejen amedrentar ni engañar por estas políticas, que levanten su voz para rechazar este plan, y evitar exponer a las y los estudiantes a un sistema de mediciones pernicioso para un proceso educativo integral, especialmente este año.

En Chile necesitamos una nueva educación que acompañe y apoye, que no presione y castigue, que vele por la integridad y aprendizaje profundo, que no segmente, simplifique ni homogenice. No necesitamos hoy un Plan de Evaluaciones, sino un Plan de Desarrollo y acompañamiento integral. Si el MINEDUC y el Consejo Nacional de Educación no están cumpliendo con su mandato, seremos las y los actores sociales y políticos quienes buscaremos los caminos para ofrecer a nuestras niñas y niñas la educación a la que tienen derecho.

Comisión de Educación RM
Revolución Democrática

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