Declaración pública ante situación política en Ecuador

En los últimos días hemos observado con preocupación la situación política de Ecuador. Al cabo de una semana de producirse el paro de transportistas, trabajadores y estudiantes a raíz del término del subsidio a los combustibles, las movilizaciones nos devuelven a las protestas de fines de los años 90 e inicios de los 2000.

Ecuador le pidió al Fondo Monetario Internacional (FMI) aproximadamente 4.200 millones de dólares, en conjunto con solicitar a otros organismos multilaterales 6.000 millones de dólares para mejorar su situación fiscal. Esto ocurre en el marco de una economía dolarizada donde no hay espacio para instrumentos de política monetaria.  A cambio de estos préstamos, el Gobierno de Ecuador se comprometió a llevar a cabo reformas estructurales. Estas reformas, incluían fuertes ajustes pro austeridad, las que usualmente afectan de modo más fuerte a las personas más vulnerables.

El Gobierno de Lenin Moreno no previó la extensión en que sus medidas económicas regresivas en aras de cumplir los requerimientos del FMI iban a despertar las movilizaciones de una población que no quiere el retorno a la austeridad y a las políticas económicas neoliberales.

Ecuador, durante los últimos gobiernos anteriores, realizó una disputa histórica: contra el FMI y sus medidas y también contra el empresariado nacional que se opuso a la democratización y expansión de derechos. La capacidad organizativa de las organizaciones indígenas las han llevado a ser uno de los actores principales en estas jornadas de resistencia junto a estudiantes y trabajadores. En efecto, es la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador), el actor político principal, en conjunto con la FUT (Federación Unitaria de Trabajadores) y la FEUE (Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador), quienes hoy son los principales actores a nivel nacional. Nuevamente, son los movimientos indígenas, trabajadores y estudiantes los que lideran la disputa por la dignidad del pueblo ecuatoriano.

La respuesta del Gobierno se basa principalmente en declaraciones que, por una parte, se comprometen a revisar aspectos menores de los ajustes propuestos. Por otra, el gobierno ha hecho uso indiscriminado de la violencia policial y militar. Rechazamos el estado de excepción decretado en Ecuador, la militarización y el uso desmedido de la fuerza, la cual ha sido sumamente desproporcionada, aumentando día a día el número de muertos, heridos, desaparecidos y detenidos.

Teniendo presente lo anterior, Revolución Democrática realiza un sentido llamado al Gobierno de Ecuador a deponer la violencia y derogar las medidas de austeridad que busca implementar. Hacemos igualmente un llamado, a respetar los avances de las disputas por más dignidad y democracia del pueblo ecuatoriano, alcanzados en la última década.

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