*Editorial* | Debatamos en “¡A Toda Marcha!” un nuevo modelo posneoliberal basado en la dignidad del pueblo

Chile estas semanas ha vivido las movilizaciones más grandes de los últimos años y muy probablemente de la historia de nuestro país. Fue la propia gente movilizada por demandas históricas la que ha logrado correr el cerco y hoy podemos hablar de nueva Constitución, antes de lo que esperábamos. En este contexto, creemos fundamental reflexionar sobre las necesidades de nuestro país y experiencias similares. Por lo mismo, Revolución Democrática realizará la segunda versión del encuentro internacional “A Toda Marcha”, como instancia de deliberación internacional sobre procesos similares en otros países del mundo y como un acto de apoyo internacional con Chile y nuestras víctimas de violaciones a los DDHH.

Los Derechos Humanos serán uno de los pilares fundamentales de nuestro encuentro internacional porque de algo de lo que estamos seguros es que tenemos el deber de afrontar la impunidad.

Creemos que el encuentro aportará a la denuncia y visibilización de la violación sistemática a los DDHH efectuada por agentes del Estado durante las manifestaciones de octubre y noviembre de 2019, generando un espacio de discusión y respaldo internacional crucial para la salida democrática al conflicto. Estoy segura que junto a muchas y muchos expositores de diferentes países del mundo nos pondremos colectivamente a disposición de abordar en profundidad este tema porque tenemos la convicción de que cuando hablamos nunca más, es nunca más.

Este tipo de espacio también nos permitirá proyectar las urgencias de Chile al resto del mundo. Los desafíos de la izquierda en el siglo XXI son enormes. Mientras la extrema derecha está cada día más presente en gobiernos del mundo, en diversas ciudades emergen y se consolidan proyectos políticos municipalistas transformadores. Y es precisamente desde ahí donde debemos construir nuestro futuro, a partir de experiencias compartidas.

Desde Revolución Democrática, luego de vivir las últimas semanas, debemos apostar por construir un espacio político internacionalista transformador que nos permita tejer alianzas y compartir políticas públicas profundas que busquen mejorar la vida de la gente. Juntas y juntos tenemos el tremendo desafío de frenar los retrocesos en derechos y libertades y estamos más convencidas que nunca que sí se puede.

Desde el partido estamos poniendo todos los esfuerzos en articular la mayor cantidad de fuerzas políticas para lograr enfrentar la crisis con un plebiscito, que no sólo permita abrir el espacio de decisión a todas las chilenas y chilenos, sino también poder construir juntos esa nueva constitución que tanto anhelamos. 

Nos encontramos en un punto de inflexión y como partido político tenemos una misión, que es la misma que nos hizo nacer y le hace sentido todos los días a nuestra existencia: debemos construir un nuevo modelo posneoliberal que tenga como base la dignidad del pueblo.

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