*Renta Básica de Emergencia*: propuesta para que la crisis no la paguen l⭑s trabajadores

Chile está enfrentando la crisis sanitaria más importante del último siglo, la que mal manejada se puede transformar en la crisis laboral y económica más grave de nuestra historia. Hoy la máxima prioridad de todos debe ser la salud de las personas y eso requiere que las familias puedan quedarse en sus casas, sin el agobio de no poder llegar a fin de mes. También es imprescindible que una vez pasada la crisis sanitaria, sus trabajos no hayan desaparecido. Eso, tal como ha sucedido en otros países, se requiere un plan fiscal proactivo y de la envergadura que la profundidad de la crisis demanda.

El momento que vive el país requiere amplia colaboración entre tod⭑s las personas, sus representantes y autoridades por lo que llamamos a que el Gobierno abra un diálogo franco con representantes de trabajadores y trabajadoras, asociaciones gremiales y todas las fuerzas políticas del país, con especial atención a las necesidades que han puesto sobre la mesa los municipios, para impulsar un plan económico que permita extremar políticas de testeo, control, cuarentena y aislamiento, haciendo prevalecer el sistema público y la solidaridad en las acciones de salud, ya que la desigualdad en el acceso, profundiza las diferencias, y que evite la especulación en los insumos. En ausencia de políticas públicas ambiciosas los brotes van a seguir y la crisis económica será más profunda.

Para salvar vidas, otorgar protección para las familias de Chile y cuidar la economía se necesita:

1. Resguardar los ingresos de las familias a través de una Renta Básica de Emergencia, Seguro Familiar u otro instrumento. Proponemos un programa de rentas a toda la población que se quede sin ingresos hasta finalizada la urgencia sanitaria. La prioridad debe ser las y los trabajadores de Chile y sus familias debiendo el Estado garantizar que ninguna familia vivirá esta pandemia sin ingresos para vivir dignamente.

2. Aliviar los gastos de las familias a través de la postergación de pagos y prohibición de corte de los servicios básicos mientras dure la emergencia sanitaria. A su vez la postergación, sin intereses, de cuotas de créditos hipotecarios, estudiantiles u otras contraídas con Bancos e instituciones financieras, casas comerciales, etc. Es indispensable que durante este período de estrechez económica las familias no deban destinar sus ingresos al pago de deudas o servicios de utilidad pública y el sector privado debe contribuir en ello. Para evitar inflación, se debe realizar durante la crisis y de manera transitoria, el control de precios, tarifas y medidas contra el acaparamiento de productos claves de primera necesidad y combustible de forma transitoria.

3. Proteger a las PYMES, empleos y economía, evitando una recesión más profunda y duradera, por lo que proponemos el ingreso con urgencia de un Proyecto de Ley de apoyo estatal a las empresas en período de crisis. Éste debe incluir préstamos con aval del estado a todas las pequeñas y medianas empresas.

4. Cuidar los empleos prohibiendo el despido de trabajadores y trabajadoras y de ser necesario, salvando empresas estratégicas o de importancia para el país de la quiebra, evitando efectos negativos en el resto de la población mediante inyección de recursos a cambio de adquisición por parte del Estado de participación en el mayor valor de dichas empresas rescatadas.

Un plan de estas características requiere un financiamiento sin precedentes en la economía chilena, para lo que creemos nuestro país, por sus ahorros y condiciones de endeudamiento, está preparado. Hoy es cuando debemos ocupar de manera enérgica e incluso agresiva nuestra capacidad fiscal y el Gobierno contará con nuestro apoyo legislativo para llevarlo adelante, aumentar la deuda y hacer mayores retiros de los distintos fondos que tiene el Estado. La actual posición de Chile permite endeudarse para reducir los costos sociales de la crisis sanitaria. Una vez pasada ésta, es necesario un nuevo pacto fiscal progresivo para reducir el mayor déficit fiscal que se generará. Pero si no se actúa con audacia hoy, el gasto futuro será mayor y vendrá acompañado de dolorosos costos sociales.

Hacemos este llamado con ánimo propositivo, pero de carácter urgente, para que el Gobierno no pierda un segundo más e impulse una respuesta del Estado, en que se pueda representar a todas las fuerzas políticas y sociales del país, en beneficio de las personas, garantizando el correcto resguardo de la salud y el bienestar de millones de chilenos, que hoy está en sus manos.

Por último, saludamos a los y las trabajadoras de la salud que ponen en riesgo su integridad todos los días en beneficio de la población y exigimos se priorice y garantice su protección.

Firman,

Carlos Maldonado, presidente Partido Radical
Álvaro Elizalde, presidente Partido Socialista
Heraldo Muñoz, presidente Partido por la Democracia
Catalina Pérez, presidenta Revolución Democrática
Gael Yeomans, presidenta Convergencia Social
Javiera Toro, presidenta Partido Comunes
Luis Felipe Ramos, presidente Partido Liberal
Guillermo Tellier, presidente Partido Comunista
Jaime Mulet, presidente Partido Federación Regionalista Verde Social
Camilo Lagos, presidente Partido Progresista
Fuad Chahín, presidente Partido Demócrata Cristiano

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