*Hoja de ruta* para la incorporación de paridad, pueblos indígenas e independientes al proceso constituyente

Legitimidad social del proceso constituyente

El 15 de noviembre de 2019, gracias al pueblo movilizado en las calles, los Presidentes y Presidentas de partidos políticos lograron un acuerdo en torno a una ruta para construir democráticamente una nueva Constitución. Ese acuerdo delegó en una comisión técnica la redacción de las reformas constitucionales y legales que fueran necesarias para implementar los hitos en los términos acordados, mientras, los partidos políticos continuaron reuniéndose a petición de la oposición, para alcanzar un nuevo acuerdo por mínimos democráticos para el proceso constituyente. Chile Vamos cerró la puerta a la incorporación de paridad de género, pueblos indígenas e independientes en el proceso, presionados por la negativa de la UDI y priorizando la sobrevivencia de la coalición de gobierno, fracasando dicho segundo acuerdo.

Si bien el solo hecho de terminar con la Constitución que entrega nuestros recursos naturales a privados, que nos impide garantizar derechos a nuestras vecinas, que protege el negocio de las AFP o las Isapres, representa por sí mismo una oportunidad histórica y el triunfo más grande del pueblo movilizado desde el fin de la dictadura militar, no podemos dejar pasar el peligro de construir una nueva Constitución sin que sea representada toda la diversidad de nuestro país en el proceso. La legitimidad social que el proceso constituyente alcance es fundamental para asegurar cambiar la historia de nuestro país y deberemos tomar en conjunto la definición política

Por ello, desde Revolución Democrática estamos impulsando propuestas para dirigir el debate público e institucional hacia la urgencia de materializar dichos mínimos. Necesitamos mejorar, socializar, difundir y construir mayorías para empujar estos cambios, y Chile necesita a todas y todos dando la pelea.

¿Cuál es nuestra propuesta? 

Incorporar paridad de género en el proceso constituyente

Para hacer efectiva la aspiración de una convención paritaria, proponemos:  

  1. Somos la mitad de la población, por lo que exigimos una proporción de 50-50 en la conformación de listas distritales o alternativamente la conformación de cebra. Con ello, evitamos que los partidos inscriban a sus candidatas solo en distritos poco competitivos cumpliendo sin embargo con la cuota nacional, transformando este en un requisito distrital. En el caso de los distritos con lista impar la diferencia no podrá superar 1 cupo.
  2. En el caso de las listas ordenadas por cebra, fomentan que al interior de la lista las mujeres ocupen lugares competitivos y los partidos que llevan más de un candidato deban incluir mujeres en la integración
  3. Listas encabezadas siempre por una mujer. Asegurando una mejor posición de competencia.
  4. Paridad de 50-50 en el resultado distrital. Corrección de resultado mediante integración de últimos cupos de lista en función de criterio de paridad. Esto permite generar corrección a posteriori entre candidatos o candidatas sin gran brecha de votación, previniendo que mujeres ingresen con baja legitimidad.

Hasta ahora, nuestra propuesta ha sido compartida a diversas organizaciones feministas que han hecho apreciaciones y presentado nuevas alternativas. Es momento de recibir ideas, contrastarlas, ver la mejor manera de avanzar y que nosotras decidamos. 

Para tener en cuenta: 

  1. Por el carácter de la reforma, necesitamos contar con ⅔ de los votos, osea 103 parlamentarios. Como oposición, somos solo 83. 
  2. Durante las conversaciones con partidos de oficialismo su mayor preocupación radicó en la aplicación de “correcciones ex post” por implicar, en sus palabras, una modificación “contramayoritaria” de los resultados. Por lo mismo, estamos barajando posibilidades de correcciones “ex ante”. 
  3. Debemos realizar una ponderación que cruce el principio de paridad con principios como proporcionalidad y/o descentralización, etc. Por ejemplo, la doble papeleta, sin aumento del número de delegados constituyentes a aproximadamente el doble, produce un efecto de “binominalización de la elección”, o, las listas cerradas bloqueadas distritales (que fue también una de nuestras propuestas) produce que por la distribución D´Hont, solo ingresen los primeros candidatos de cada lista e incluso asegurando un 50-50 de dichas cabeceras, tampoco logra corregir con suficiente fuerza la existencia de resultados paritarios.  

Incorporar a las primeras naciones al proceso constituyente

Para su incorporación, proponemos la existencia de escaños reservados para los pueblos indígenas ya reconocidos por la CONADI.

¿Cómo funciona? 

  1. Reservar escaños significa que se asegura un número determinado de cupos en la asamblea. Proponemos que porcentualmente, eso signifique un 11,8% (21 delegados/as) que corresponde al porcentaje de la población chilena que se consideró perteneciente a un pueblo indígena reconocido por la ley en el Censo 2017. 
  2. Dichos escaños serían electos por un Padrón Electoral Indígena, que tendrá como base el registro de acreditación de calidad indígena de la CONADI habilitándose un plazo ingresar a dicho padrón en caso de solicitarlo. 
  3. La elección se realizará a nivel nacional y las candidaturas se presentarán por cada pueblo indígena reconocido asegurándose al menos un cupo por cada uno de los pueblos.

Hasta ahora, nuestra propuesta ha sido compartida con la Asociación de Municipalidades con Alcalde Mapuche, Consejo de Pueblos Atacameños, representantes Rapanuis, y representantes Yaganes, entre otros que han hecho llegar algunas apreciaciones. Seguimos debatiendo sobre cómo mejorar nuestra propuesta.    

Para tener en cuenta: 

  1. Existe otra propuesta de Evopoli y RN con la que tenemos diferencias, como por ejemplo: 
    1. Proponen existencia de solo 8 cupos. Esto resulta del todo insuficiente considerando que siquiera alcazarían a estar representados todos los pueblos reconocidos por la ley indígena -9- y menos dar mayor representación al pueblo mapuche en consideración a su población. 
    2. Proponen que esos 8 cupos sean descontados dentro de los 155 asambleístas. Eso disminuye los cupos de algunos distritos con ya baja representación. Los escaños reservados deben sumarse a los 155 delegados constituyentes. 
  2. Tanto RN como Evópoli se mostraron siempre abiertos a regular la incorporación de pueblos indígenas mediante escaños reservados, siendo la UDI quien lo impidió. 
  3. La representación de diputados de distritos con alta población indígena debe considerarse a la hora de presionar su votación con gestión territorial. 

Incorporar independientes al proceso constituyente

La ciudadanía, en medio de esta crisis, ha salido a conversar a las plazas y a las calles, a debatir y discutir en cabildos respecto de sus expectativas sociales y de la sociedad en la que aspiran vivir. Si bien consideramos que los partidos políticos son fundamentales en una democracia y que ellos deben ser fortalecidos, tenemos la fuerte convicción que una convención constituyente debe ser diversa y plural, un espacio en el que confluyan las distintas miradas de los ciudadanos y ciudadanas, estén o no afiliados a un partido político. 

Para incorporar independientes al proceso y asegurar mejorar sus condiciones de electibilidad nuestra propuesta consiste en: 

  1. Creación de listas independientes. Actualmente un candidato puede competir de forma independiente debiendo reunir el patrocinio de un número de ciudadanos igual o superior al 0,5 % de los que hubieren sufragado en la última elección distrital. En este caso, las posibilidad de electibilidad son prácticamente nulas dado que dicho candidato compite contra listas de partidos. Mediante esta modificación, se les permite crear listas y con ello, competir en igualdad de condiciones. 
  2. En caso de tratarse de una lista integrada exclusivamente por independientes, proponemos reducir el porcentaje mínimo de ciudadanos patrocinantes de cada candidatura debiendo ser igual o superior al 0,4% de los que hubieren sufragado en el distrito electoral respectivo, en los términos señalados.
  3. Cada lista deberá incribirse con un programa y lema común con miras al proceso constituyente

¿Qué podemos hacer desde nuestro espacio de militancia, trabajo o territorio?

  1. DIFUNDIR Y DEBATIR. Necesitamos socializar nuestra propuesta y mejorarla. Para eso adjuntamos un documento con la última versión y esta minuta que si bien está dirigida a quienes somos parte de RD, tiene un carácter público. Debemos además, analizar los mecanismos de presión y escenarios que se abren ante la incertidumbre de nuestro éxito en el empuje de nuestros mínimos, lo que indudablemente pone en cuestión nuestro respaldo al acuerdo constituyente. Los tiempos en los que se debatirá esto son restringidos e inciertos: estamos empujando porque sea mañana viernes y hasta el lunes el debate en la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados/as y el martes en la Sala, sin perjuicio del paso por el Senado que no debería pasar de la próxima semana.
  2. PROPONER. Las propuestas que pusimos sobre la mesa pueden siempre mejorarse o reconducirse en la medida en que abrimos el debate a otros espacios, especialmente con la sociedad civil, y levantamos nuevos insumos. La decisión será del pueblo de Chile y debemos poner alternativas siempre mejores sobre la mesa. 
  3. PRESIONAR. Necesitamos impugnar a quienes no desean comprometerse con estos mínimos democráticos, generando interpelaciones públicas a nivel territorial o mediante redes sociales, poniendo especial énfasis en paridad y escaños reservados. Por ejemplo: “.@diputadaX ¿porque no quiere garantizar paridad en el proceso constituyente?” “Desde Maule exigimos a nuestros diputados y diputadas que apoyen la paridad y la participación de pueblos indígenas en el proceso constituyente. @diputadaX @diputadoX @diputadoZ”. 
  4. ORGANIZARSE Y MOVILIZARSE. Todos y cada uno de los límites de lo posible cambian en la medida en que mantenemos la presión ciudadana. La movilización, la recomposición del tejido social y la interpelación, deben estar presentes para empujar un nuevo triunfo para el pueblo de Chile movilizado. Eso también depende de nosotras y nosotros. 

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